Con control de peso, realizando actividad física y revisando nuestra higiene postural la cual involucra una posición adecuada de la espalda al realizar cualquier actividad, ya sea en el trabajo o estando en reposo.

Si el dolor es secundario por algún esfuerzo físico o por un traumatismo menor, muchas veces solo se requiere tratamiento médico.
En ocasiones, si el dolor persiste por más de 2 semanas, a pesar del tratamiento médico, siempre es bueno realizarse estudios de imagen para excluir afección de las estructuras de la columna vertebral y con esto determinar si es suficiente solo el manejo sin cirugía.